Los caminos de Mambrilla de Castrejón tienen los laterales tapizados de margaritas, amapolas, diente de león y variedad de flores, aromáticas y arbustos que muestran la reproducción de su flor en este mes de mayo.
Mayo es el mes de las flores, en Mambrilla de Castrejón comienzan las pequeñas margaritas las primeras, revisten los caminos en una hermosa imagen que nos lleva al encantamiento, hasta el punto de soltar los pensamientos y entrar en el atractivo de la variedad de tamaños. Pasados los días comienzan a aparecer diversidad de brotes dispuestos a mostrar su flor, multitud de colores se posan sobre el verde de los campos en esta época. Las amapolas rojas asoman y comienzan el protagonismo, mezclándose con hiervas, trigo y cebada avanzando en altura. Variadas flores amarillas, entre ellas el poderoso diente de león que ha dejado el molinillo de los deseos para ofrecer su tonalidad. Los tonos violetas, anaranjados, multitud de verdes, blancos…. inundan en este mes de mayo los campos y caminos del entorno natural, admiramos este maravilloso germinar de la naturaleza, la reproducción de las semillas nos ofrece un catálogo espectacular en esta época del año. Todo germina y florece más, el lenguaje de las flores nos inunda, haciendo sacar la sonrisa y dejando nuestra mirada en la belleza del entorno, en la fragilidad y fertilidad de las flores, dejando que ese sentimiento de energía y buena salud se adentre también en quienes contemplamos esta maravilla, los ojos valoradores del poder que la naturaleza ofrece también salen reforzados.
Las flores nos comunican la transformación, el paso de las estaciones, el ciclo de la vida, sabemos que la belleza de una flor proviene de sus raíces, las raíces de nuestras flores están en la Ribera el Duero, pasear por los muchos caminos y contemplar la singularidad del lugar, sentir el brotar de las cepas, el surgir de las hojas verdes al tiempo que las flores inundan la Ribera del Duero es un espectáculo de lo más conveniente para comprender la belleza de la existencia, pues hay que replantear eso de… «correr tanto y no tener tiempo para mirar las flores» que he visto por ahí escrito, os recomendamos descubrir la Ribera del Duero en esta temporada y alojaros en la Casa Azul que ofrece comodidad y calidez para vuestros encuentros, redondeando el panorama natural con la calidad del alojamiento y la compañía de estar disfrutando con quien quieres.
Los refranes de la sabiduría popular son todo un acierto, nos recuerdan lo necesario de vivir de manera auténtica y estar en la realidad…»todas las flores del mañana están en las semillas del hoy», «A la flor sin olor, le falta lo mejor»…nos ubica el refranero a vivir experiencias genuinas que nos despierten a lo natural y nos hagan sentir que merecemos bellos momentos y para ello la Ribera del Duero tiene buen fundamento.
Hasta pronto.
Hemos estado varias veces en La Casa Azul y qué decir, lugar con encanto donde el tiempo se detiene para disfrutar del relax y la vida rural , paseos, gastronomía, buen vino , cultura siempre en buena compañía . Volveremos